Las experiencias que te llegan al alma, se quedan contigo para siempre. Sobre todo, si te permiten conectarte con personas que vibran desde el amor.
El sábado pasado, tuve el honor de conocer a Gonzalo y Lua, fundadores de “NATIVE ROSE” y que por más de diez años se han dedicado a un hermoso oficio. – Cultivar rosas en Chile – . El trabajo que realizan es admirable, tanto así, que es el único lugar en el Cono Sur, donde se cultiva la Rosa Damascena y que cuenta con estudios y resultados científicos acerca de sus propiedades, beneficios y usos.
¡Vamos con la historia! El día comenzó a las 05:00 a.m. Sentía mucha emoción y felicidad por qué las rosas siempre han sido para mí, una de las flores más potentes y el solo pensar de qué estaría en un cultivo me generaba mucha felicidad.
Llegamos a Isla de Maipo (Región Metropolitana) a las 07:10 a.m. Nos recibió Gonzalo, Lua (Su esposa) y su hija Lila de 7 años aproximadamente. Su amabilidad, su energía y la pasión por el oficio que realizan no se hizo esperar. Así que a orillas de un caminito y con los rayitos de sol que recién empezaban a mostrarse, empezó la conversa.
Gonzalo Pérez es biólogo Marino y antes de llegar al mundo de las rosas, se dedicaba a la investigación de especies, teniendo la posibilidad de viajar por diferentes lugares del mundo. Un día en uno de sus viajes y en medio de una situación de estrés, le llegó a su mano, un frasquito de aceite de rosas. “Esto te hará bien” – Le dijeron. Desde ese mismo momento su mundo cambió. Inició su búsqueda para entender más sobre las rosas y sus múltiples usos.
Luego de más de 10 años viajando por Alemania, Bulgaria y Turkia, pudo encontrar en Chile el lugar ideal para hacer su cultivo. Pero ojo! -No es cualquier cultivo de rosas. En Native Rosa, se cultivan 32 tipos, siendo la rosa Damasena y la Centifolia sus principales especies.
Después de una pequeña meditación, ingresamos al cultivo, y aquí empieza parte importante de la experiencia. El contacto con la planta y el aroma de cada rosa, me envolvían por completo. Generalmente, cuando las cosas me gustan (…), procuro hacerlas de la manera más lenta posible. Tanto, que en una sola planta, estuve más de veinte minutos. No fue planeado, solo estaba maravillada por todo lo que estaba sucediendo. Era una descarga de aroma, que es indescriptible. Su suavidad, su frescura, su belleza. No comprendía, ¿Por qué de una planta con espinas, sale una flor tan delicada? -Bueno…! Aún, sigo sin comprenderlo.
El objetivo era, recolectar una gran cantidad de rosas para una actividad que sucedería más tarde. El tiempo transcurría, y mi cesto alcanzaba un poco menos de la mitad. El sol se ponía fuerte, ya había tenido que sacarme el abrigo y estaba pidiendo a gritos que paráramos. Nunca he sido muy buena para aguantar el sol directo y esta, aunque estaba muy feliz, no iba ser la excepción.
Un rato después, escuchamos la voz de Gonzalo avisando que debíamos parar. Había terminado la jornada de cosecha y después de dos horas, me retiraba con una canasta casi llena de rosas y pétalos.
Un merecido descanso y un momento mágico: comer chocolate de rosas, refrescarnos con helado de rosas y tiramos a descansar en una montaña de pétalos.
El cultivo que realiza Gonzalo y Lua, es orgánico. “Es un ecosistema, aquí no se mata nada”
Y sí, para algunos será difícil entenderlo, pero es sencillo. Se trata de encontrar el equilibrio natural en el cultivo. Sin pesticidas, sin químicos, solo con amor y permitiendo que cada parte del ecosistema, cumpla su función.
Native Rosa, es único en Chile, no existe nadie más que cultive rosas Damascena de esta manera. Es un ejemplo real y un orgullo país que resuena y ha sido reconocido en países expertos en el tema, cómo por ejemplo Alemania.
“No es un producto para el mercado, es para las personas”.
Con esta frase de Gonzalo, finaliza esta historia. Mi corazón queda lleno de aprendizaje y agradecimiento. Gonzalo y Lua, abren las puertas de su casa, de su cultivo, y como una sola familia, nos cuentan toda su experiencia. Gracias, gracias, gracias.
Sus productos, los puedes encontrar en www.nativerose.com y en su Instagram @native_rose_chile son preparados y distribuidos por ellos mismos.
Yo regresé a casa con mis tarritos de hidrolato, el cual aparte de refrescar mi piel, puede también servir para calmar la ansiedad, alegrar tu corazón y despertar tus sentidos.
Larga vida para Native Rose, Gonzalo, Lua y Lila. Toda mi admiración para ellos.