Espinola: Una marca de vestuario que crea y comunica el diseño desde la integración

Salir a tomar un café, conocer un nuevo lugar y escuchar historias que nos nutren, es un verdadero ritual que desde SlowMotiv disfrutamos mucho. Hace algunos días y al son de un tecito, nos sentamos hablar con Juan Pablo Espínola. Un nombre que empieza a sonar muy fuerte en Santiago y que de seguro romperá barreras internacionales muy pronto. No podemos empezar a contar los detalles sin antes mencionar que este encuentro nos deja claro que todo proyecto o marca es la representación intacta de su creador. En este caso Juan Pablo ha dado su apellido a su marca y a través de ella, explora y conecta todos esos temas que le rondan la cabeza. El diseño, la arquitectura, la música, la ilustración, entre otras disciplinas, sin dejar de lado la conexión y el compromiso con la sustentabilidad. Espinola, una marca con un poco más de un año de vida, con una producción 100% local y con textiles nacionales.

 Esto es Espinola en palabras de Juan Pablo:

ESPINOLA nace como un intento de solución a un problema que observé: amigas y amigos emprendiendo en áreas creativas, desarrollando sus propuestas en pintura, escultura, música, y otras disciplinas que al momento de intentar comercializar sus diversos productos, no lograban consolidarse más allá de la propia subsistencia, por lo que decidí crear ESPINOLA, siendo una plataforma de fortalecimiento a la industria creativa mediante iniciativas de vestuario, donde cada temporada, apoyamos a un artista o colectivo a través de procesos de diseño colaborativo para la creación de productos de vestuario.

Para nosotros, una marca que no se hace responsable por los desperdicios que genera, es una marca que no tiene ninguna esencia real ni compromiso con el diseño. En el caso de Espinola. Qué hacen con los sobrantes de las colecciones que realizan?

Con nuestro equipo intentamos reutilizar nuestros textiles sobrantes en nuevos productos, sin perder obviamente el sentido de diseño, exclusividad y creatividad. Eso es un desafío enorme que enfrentamos al diseñar, pero básico para lograr ser una marca sustentable en todos los sentidos que el concepto abarca. Pocas veces hemos llegado a considerar un textil como desperdicio ya que si no usamos nuestros retazos, los donamos a otros emprendedores para que puedan ser aprovechados.

Parte del éxito de una marca, radica en la armonía, la conexión y el buen desempeño del equipo de trabajo. Cómo fue tu experiencia al elegir con quién desarrollar tu marca?

Todo se dio de una manera casi orgánica, mucha gente comenzó ayudándome desinteresadamente y ahora cuento con un equipo de trabajo en el que tengo desde consultores creativos, productores comerciales y yo suelo estar detrás de casi todos los procesos, pero sería imposible lograrlo solo.

Qué crees que es lo que le falta a las marcas chilenas para que sean exitosas?
Se necesita primero crear buenos productos para luego poder generar buenos negocios. Definir éxito a través de sus ventas y su plan comercial, pero de una manera responsable con sus pares y con el medioambiente. Falta perder el medio y asociarse con gente que puede articular estos aspectos de una manera sustentable.

El fast-fashion es un modelo que tiene fecha de caducidad y el mundo pide a gritos que el futuro sea Slow.

Te gusta leer? Qué libro estás devorando en este momento?

Actualmente estoy leyendo “Distancia de Rescate” de Samanta Schweblin, libro que me ha absorbido completamente, no puedo parar de leer (y no solo por su escritura caótica sin puntuación, sino por su contenido). Diferencias de narradores, tensiones, se pierden los tiempos, nada es certero… sumamente fascinante.

Una Frase:

“Una montaña, muchos caminos.” La leí cuando observaba el trabajo del último artista que colaboró con nosotros llamado Mario Felipe.

Una ciudad que te guste.

El otro día hablaba con mi hermana, sobre el tiempo que nos ha tomado volver a Coinco, no es precisamente una ciudad, pero sí es una comuna bastante escondida ubicada en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins en Chile. Tiene alrededor de 6.000 habitantes y posee una arquitectura que se me asemeja a la arquitectura típica fundacional de Chile, por lo que en verdad ir allá te desacelera de toda la atmósfera de la ciudad, te cruzas en el camino con gallinas, tienes que ir lento por las calles debido a las curvas, tienes paisajes pastoriles, te reconectas con un estilo de vida que no puedes percibir en la ciudad.

Espinola se comercializa a través de sus redes sociales, presencia en ferias y también por su página web. Si te interesa visita: http://www.espinolacompany.com/