Hace algunos días visité un emprendimiento que desde mi punto de vista, es de lo mejor que se ha creado en Santiago en lo que llevamos del 2016. Antonia Malig es la mente creativa detrás de este espacio que de seguro será lo que muchos estaban esperando. Antonia es de esas mujeres que irradian energía positiva, que anda en bici, que viste con un estilo muy relajado pero ondero y que cuando habla deja clara su fresca mirada respecto al emprendimiento colaborativo. Una mirada que obvio, no se tiene tan fácilmente sino has pasado un buen rato fuera de Chile.
Sentadas en un pequeña mesa, iniciamos una conversación al son de algunas máquinas que sonaban de fondo y el calorcito de una tacita de té. Los invito entonces a que se sienten, se relajen y disfruten de esta gran historia.
¿Cómo nace la idea de crear un laboratorio – taller colaborativo?
Laboratorio surge de forma espontánea luego de que situaciones forjadas por el destino contribuyeran a que sucediera. A finales de Enero del 2016, Atilio Andreoli reconocido Sastre y diseñador nacional decide cerrar su tienda en Augusto Leguia luego de 35 años. Esta, obvio, era una triste noticia para él y para muchos.
Para lograr ser competitivo en el mundo de la moda, lo debes hacer a través de la creatividad, la innovación y lo más importante. La colaboración.
Yo venía llegando de Londres, donde realicé estudios e investigaciones sobre innovación, colaboración y diseño. Así que lo que hice fue intentar plasmar mi experiencia.
Atilio es mi tío, así que la pasión por el mundo textil y la moda ha estado ligada a la familia por años, desde que existía la fabrica textil familiar. Y no fue extraño que en conversaciones llegáramos a la conclusión de que en Chile se necesita un espacio en donde enseñar y mostrar el oficio antiguo de sastrería, un lugar en donde se pueda trabajar la calidad sobre la cantidad. Un lugar donde se puedan crear prendas con valor, de autor, re encantando a través de la calidad y el diseño. Un lugar en donde se puedan entrelazar los conocimientos antiguos con los nuevos. Un espacio de intercambio, experimentación, creación y los mas importante: colaboración.
Así que de ese modo surgió la idea y luego las conversaciones continuaron sobre la mesa del comedor, donde compartiendo la cena con Magdalena Olazabal, renombrada diseñadora chilena y dueña de Mo-Store, se encantó y decidió unirse al proyecto. Unimos las fuerzas de Atilio, Magdalena, y la mía, para crear este espacio abierto para todo aquel que quiera empaparse de este mundo hermoso de la confección y la moda.
¿Cuánto tiempo llevan funcionando?
Comenzamos en marcha blanca en Marzo de este año. Somos nuevecitos!
¿Qué tipo de servicios prestan?
Co-working: El laboratorio ofrece uso de máquinas como también el uso de la infraestructura del lugar. El espacio cuenta con mesas de trabajo, mesas de corte, internet y cocina con microondas.
Charlas y Talleres
El Laboratorio ofrece talleres y charlas de perfeccionamiento y especialización. Desde costura básica para quienes no tienen experiencia previa, hasta especializaciones en sastrería fina y alta costura. Los talleres se realizan a través de suscripción y los valores varían según cada caso.
Equipamiento
Sabemos a qué hace referencia el consumo consciente, pero en tu discurso nombras el consumo colaborativo. Nos gustaría saber más a cerca de este término.
Economía colaborativa o consumo colaborativo es uno de los movimientos «sociales» más relevantes de los últimos tiempos. Es un poco: Lo que es tuyo, puede ser mío y lo que tú no usas lo puedo usar yo, y lo que yo uso también lo puedo compartir. Así hoy en día se pueden ver en muchas partes este modelo económico. En las bicicletas publicas de Santiago, por ejemplo. En tu auto con Uber o abriendo tu casa como un Hotel con Airbnb. Es un modelo de negocio donde se puede, a través de la colaboración, generar utilidad en base al compartir bienes y servicios. El concepto lo escuche en Londres hace dos años. En Europa y Norte América es un concepto que ya lleva varios años dando vuelta.
La mejor explicación para este movimiento mundial es el libro » What’s Mine Is Yours: The Rise of Collaborative Consumption» de Rachel Botsman. Es un libro súper fácil de leer y muy bien explicado (Lo recomiendo!).
¿Cuál es su compromiso con el medio ambiente?
Aquí en Chile es difícil ser Zero Waste. Pero hacia allá vamos. Evitamos los plásticos como sea. Compramos en La vega evitando packaging, andamos en bici por todas partes.
¿Quiénes integran su equipo de trabajo?
Como fundadores somos 3 Magdalena Olazabal, Atilio Andreoli y yo.
¿Realizan productos? ¿cómo comercializan esos productos?
Por el momento no estamos realizando productos, solo estamos ofreciendo servicios, pero dentro de la planificación está sacar colecciones sustentables bajo la Marca «Laboratorio».
¿Qué opinas de la industria de fast fashion vs la de Slow fashion?
La industria Fast fashion me da depresión, me dan ganas de gritar y me siento como Mafalda cuando dice: paren este mundo que me quiero bajar! En cambio slow fashion me da esperanza, me reconforta y me motiva para seguir.
¿De qué manera influyen en la comunidad proyectos como este?
Yo creo que influye en la manera en como nos comportamos entre todos. De qué manera sociabilizamos y cómo creamos para un futuro más amigable y mejor para las futuras generaciones. El tema más complejo dentro de este proyecto es lograr «confiar» en otros. Confiar en que te cuiden las cosas. Confiar en que no van a jugar chueco. Y creo que la confianza entre los chilenos es algo que escasea. Por lo mismo, que vayan apareciendo estas iniciativas, pueden lograr quebrar con ese estigma. Al final si no damos espacio para confiar, si no generamos este tipo de iniciativas, ¿cómo podemos demostrar que realmente somos confiables?
¿Crees en el compromiso de las grandes marcas con la sostenibilidad?
Las grandes marcas nunca se van a comprometer con la sostenibilidad. No les conviene. Por lo mismo el desafío es educar a los consumidores. Somos los consumidores quienes pueden hacer la diferencia, somos todos nosotros quienes controlamos la economía de la moda. Si las grandes marcas se dan cuenta que están flaqueando por la nueva conciencia de los consumidores, puede (solo puede) que cambien un poco su sistema. Pero lo siento…no les tengo ninguna esperanza.
¿Cuál es su compromiso social desde el trabajo que realiza?
Uf.. Mi compromiso es tratar de fomentar la moda, acercarla a las persona común y corriente. Enseñar y darle oportunidad a creativos y emprendedores que están perdidos a falta de oportunidades como estas.
Una Frase: «We buy things we do not need, with money we do not have, for people we do not like» Fight club,
Una ciudad – Un País: uf que difícil!! Prefiero una zona del sur de Chile: Molco
País: Italia.
Visita: http://www.laboratoriomoda.cl/