El pueblo indígena Wayúu habita en la península de la Guajira al nororiente de Colombia, limítrofe con Venezuela.
Los hombres de esta comunidad se dedican a cultivar maíz, criar ovejas y a la fabricación de instrumentos musicales, como por ejemplo el tambor. Las mujeres por su parte se empoderan sumergidas en los tejidos de hamacas, mochilas y mantas llenas de color que hablan de sus costumbres, de su cultura.
Las mochilas Wayúu se convirtieron en un ícono de la cultura colombiana, no solo por su belleza, diseños y colores, sino porque es todo un ritual su elaboración. Son tejidas a chochet, ellas mismas hilan algodón y otras fibras naturales, para obtener el hilo delgado que luego tejen. Tarda hasta 20 días su elaboración, ya que deben ser tejidas con la perfección que se les ha enseñado a las mujeres, durante el encierro que deben pasar al llegar a su primera menstruación.
Como se dan cuenta no es un oficio que puede hacer cualquiera y menos si no pertenece a este grupo indígena, si no conoce su lenguaje, su simbología, su esencia y menos aún, si no tiene ni la más mínima idea de lo que significa ser un Wayúu.
Después de contarles quiénes son los wayúú y qué es lo que hacen, quisiera hablar de la noticia que leí en el diario “El Heraldo” de la ciudad de Barranquilla, Colombia y que me dejo bastante sorprendida, porque aclaraba las razones por las que el trabajo y el futuro de estas artesanas, se está viendo seriamente afectado.
No logro entender cómo en Medellín, que es una ciudad hermosa, llena de personas buena onda, de emprendedores bacanes, que se supone que es la ciudad de la moda, la ciudad donde se lucha por el mercado local, la ciudad donde se hacen los mejores eventos, las mejores ferias, nazca la fabulosa idea de realizar mochilas Wayúu en serie. Poner una máquina que produce 500 mochilas diarias, para que sean vendidas a menos de la mitad de lo que cuesta una original, valiéndose del nombre y la cultura de este grupo indígena, lo encuentro, completamente indignante. Qué más se puede esperar? Si no es secreto y lo están haciendo ante los ojos de todos, sin ningún respeto, sin el más mínimo escrúpulo. Tal como lo hizo también la diseñadora española Stella Rittwagen, cuando en un lindo viajecito se llevó algunas y le puso el nombre de su marca. “De frente y sin mente,” como dice el dicho. Así es como están haciendo las cosas. Que viva el atropello, la cara dura y la falta de razón. Qué triste!
Quién responde? no sabemos. Quién defiende los derechos de propiedad intelectual de esta comunidad? Tampoco lo sabemos.
Les comparto algunas imágenes del lindo trabajo Wayúu.
Fotografía: Artesanías de Colombia
Fuente: El Heraldo – http://www.elheraldo.co/la-guajira/artesanas-de-la-guajira-en-alerta-por-elaboracion-de-mochilas-wayuu-en-medellin-186334