Hay fotógrafos que se inspiran en las tendencias, en los pajaritos, en sus canciones favoritas, en el cielo, las estrellas. En infinidad de cosas.
El fotógrafo chino Quentin Shih, quiso inspirarse en un tema que es ignorado por muchos consumidores, pero tenido muy en cuenta por las grandes empresas que fabrican productos en serie. Es decir, aquellas que quieren vender mucho, uniformar masas y ganar dinero.
El tema central de las fotografías que veremos abajo, es el consumo inconsciente de réplicas de productos de moda. Para realizar este trabajo, el fotógrafo pasó tres semanas en la ciudad de Linfen (China), metido en fábricas y minas, relacionándose con trabajadores, e invitándolos a vestir prendas de imitaciones baratas que él mismo había comprado a no más de 9 dólares cada una.
Una realidad puesta en fotografías, una muestra de la falta de interés y conocimiento de nosotros los consumidores a la hora de comprar, una ofensa para las fábricas esclavistas de su país y una pequeña burla para aquellas marcas que llevan sus objetos a un estándar de un gran lujo innecesario. Pareciese que el mundo se sigue moviendo tan solo por la vanidad y la superficialidad.