Sabemos que la industria de prendas de vestir es la segunda mas contaminante del planeta, luego de la Industria petrolera. También sabemos que es el Fast Fashion no nos da respiro en el consumismo. De todos modos convivimos parelelamente con un proceso de aprendizaje hacia el cuidado del medio ambiente y, entre tantas acciones que se llevan a cabo para lograr ese objetivo, uno de ellos es ser mas conscientes de cuánta ropa estamos comprando y del uso que hacemos de estas prendas que adquirimos.
Nuestro Armario es el reflejo de nuestra personalidad y es la seña de nuestra identidad. Y en muchos casos, corresponde una inversión importante para cualquier persona. Por eso tratamos de cuidar nuestras prendas para conservarlas por mas tiempo.
¿Pero realmente sabemos cuidarlas como es debido?
1 – Uso del detergente: tendemos a pensar que cuanto más detergente se use, la ropa saldrá más limpia, y esto nada más lejos de la realidad. Porque un uso exagerado de este químico, provoca, no solo que las prendas no se limpien, sino que se apelmacen. La cantidad exacta va a depender de la carga de la lavadora, la ropa, el tipo de detergente e incluso del agua. Lo cierto es que las lavadoras más modernas, gracias a sus nuevas tecnologías, permiten utilizar cada vez menos detergente para no dañar la ropa y contribuir con el cuidado del medio ambiente. Los productos detergentes convencionales pueden contener sustancias químicas artificiales que dañan la prenda o que dejan toxinas en el tejido y en el agua. Algo que no ocurre con los ingredientes naturales. Muchos productos “blanqueadores” incluyen un “abrillantador óptico”, un químico que refleja la luz y hace que el tejido se vea más blanco, pero que no tiene nada que ver con la eliminación de suciedad. Además, estos productos no son biodegradables.
2 – Colocar las prendas al revés: Al hacerlo, los colores de las prendas se desgastan menos y las proteges de la posibilidad de arruinar las fibras de la tela como resultado de la fricción con el resto de la vestimenta. Para esto no olvides abotonar todas las prendas y subir los cierres.
3 – No sobrecargar la lavadora: Ni con demasiada ropa en un único lavado, ni con demasiada agua. Todo en su justa medida. Un error muy común es lavar las prendas que han sido usadas una sola vez. Muchas de ellas posiblemente, no necesitan pasar por el proceso de lavado, se pueden colgar en un lugar aireado para sacar el olor que tenga (dependiendo de la época del año y de la actividad para la que se usó esa prenda).De esta manera tendrás la oportunidad de darle algún uso más antes de lavarla, también economizarás agua, energía y las prendas sufrirán menos desgaste.
4 – Separa por colores las prendas: algo que parece tan obvio, muchas veces no lo es. Y para evitar sorpresas, debemos tener en cuenta esto para cuidar las prendas más claras. Al lavarlas no mezclarlas con prendas de color y al doblarlas para guardar en el placard, también se aconseja ordenarla por colores.
5 – Agua fría o caliente?: Si lavas con agua caliente, es recomendable bajar la temperatura a los 30 grados, esto puedo reducir hasta un 60% de gasto de energía y el impacto en el medio ambiente. Si la ropa no está muy sucia, lo más recomendable es lavar con agua fría.
6 – Proteger las prendas delicadas: Hay tejidos como la lana, la seda o el rayón que merecen un tratamiento más delicado. Si lo tuyo no es lavar a mano y no quieres que tus sweaters o tus camisas de seda encojan y se destiñan, lo mejor es que optes por un programa para prendas delicadas, con un detergente especial para prendas finas y siempre con agua fría.
7 – Secar al aire o a máquina? dependiendo del tejido va a ser la técnica a utilizar. Por ejemplo, prendas delicadas, como la lana, la seda y el lino, se deben secar al exterior para que no pierdan sus propiedades. El resto pueden aguantar con mayor facilidad el calor que proporciona una máquina secadora, aunque el ideal es no hacer uso de ella, así minimizas el consumo de energía.
8 – Planchar solo si es necesario: cada vez planchamos menos, y ya no es una obligación hacerlo, por suerte! además existen géneros que no lo necesitan. Y es que esto desgasta la ropa y le quita el brillo al textil. Pero si no tienes otra opción que planchar, lo mejor que podes hacer es planchar las prendas de revés y un poco húmedas.
9 – El guardado es clave: una vez lavada las prendas, el guardado es fundamental para que dure más tiempo. Por ejemplo, los vestidos de fiesta o abrigos es mejor colgarlos y embolsarlos para protegerlos de la tierra, aire y sol. Las remeras de algodón y sweaters de lana duran más sin que se les haga las famosas “bolitas” si se guardan al revés. Es mejor que las camisas y remeras de algodón las guardes en un cajón y así evitar que se deformen en una percha. De lo contrario hay colgadores acolchadas que mantienen la forma de los hombros de las prendas. Si tienen botones, asegúrate de abotonarlas para que no se deformen.
Una concientización del cuidado de nuestra ropa empieza desde lo más básico para realizar cambios de hábitos arraigados en nuestra sociedad. Con nuestro granito de arena, entre todos, podemos lograr grandes cambios.
*Fotografías tomadas de Pinterest
AUTOR: María del Mar Romero // @lamademoiselledelamar