De quién es la culpa? De quien hace ropa con practicas poco éticas, esclavitud, contaminación y comercio irrespetuoso? O de quienes se hacen los locos y siguen comprando como si nada pasara? A responder por favor!
Tal vez no sea correcto iniciar un texto con una pregunta, pero esta vez, me tomo el derecho para hacerlo. Bien sabemos que la industria de la moda, no solo es una de las más contaminantes sino también una de las que más ha utilizado mano de obra esclava, no solamente de hombres y mujeres sino también de niños. En este momento y según la OIT (Organización Internacional del Trabajo) Son aproximadamente unos 168 millones de niños los que se privan de recibir educación y desarrollarse mental, física y socialmente de manera correcta, ya que debe cumplir el rol de un trabajador adulto.
Pero el problema, va más allá de esta cifra y de las marcas que siguen contratando mano de obra infantil. El problema radica en el papel inconsciente que juega el consumidor. En este momento la noticia se ha expandido y es de conocimiento de todos las pésimas prácticas de la industria. Aún así los consumidores siguen comprando, sin importar tener el conocimiento respecto a las condiciones en que fueron hechas las prendas que consume ¿Nos estamos haciendo los locos? Yo creo que sí. Hay un montón que se hacen los ciegos, los que no saben, los que no entienden. Es por ese apoyo que las marcas tardarán mucho más tiempo en cambiar la manera de hacer las cosas.
Pero para agrado de muchos y de nosotros, nace “Child Labor Free”, una organización sin fines de lucro y fundada en Nueva Zelanda, que ha creado una etiqueta para marcas y firmas de ropa que no han utilizado mano de obra infantil en su cadena de producción ¿Pero cómo se logra esto? Todo aquel que quiera comunicar de que se está encaminando por la línea de la moda ética, es sometido a un riguroso seguimiento y auditorias a cargo de la consultora independiente “Ernst & Young”. Son ellos los encargados directos de decir quién puede utilizar esta etiqueta. Habiendo obvio, demostrado que ni ellos ni ninguna parte de su cadena de producción ha utilizado mano de obra infantil.
Aplaudimos entonces a “Child Labor Free” por esta apuesta. Por intentar de esta manera, que la industria clarifique sus procesos y se gane un reconocimiento por ello. Esta es la manera correcta de hacer las cosas. La manera incorrecta se llama “GREENWASHING”. (Si no sabes lo que es, dale click)
Como lo vemos siguen los cambios. Siguen las apuestas por influenciar un cambio en la industria de prendas de vestir. Es el momento para que dejemos de estar dormidos y permitirnos abrir los ojos para entender que no se trata solo de lo que llevamos puesto. Se trata de la historia que hay detrás de eso que está cubriendo tu cuerpo.
Una vez más los invitamos con una de las frases que más nos hace sentido desde la racionalidad del Slow Fashion. “CONÉCTATE CON LO QUE CUBRE TU CUERPO”. Él merece lo mejor, intenta dárselo. Podemos ser más curiosos y exigentes con las marcas que compramos. Únanse.
https://www.childlaborfree.com/