Para mí el pelo es un mundo misterioso al que me parecía difícil entrar. Me confundía y no sabía si llevarlo largo, peinarlo o mejor no hacerlo, lucirlo suelto y completamente despeinado. He pasado por todas las etapas, lo he llevado verde, morado, rubio, muy rubio, lo he ocultado con turbantes, con pañuelos, lo he llevado muy corto y ahora estoy en el reto de que crezca con completa libertad y de la manera más natural. No quiero interrumpirlo, quiero entenderlo, quiero lucir con completo orgullo mi pelo delgado, con rulos y de color negro profundo. Creo que es una parte importante de mí y que recién ahora le doy la importancia merecida y la libertad necesaria para entrar en comunicación con él.
En conversaciones con amigas siempre el tema “pelo” es puesto sobre la mesa, empecé a preguntarles qué pensaban, qué querían y cuál era el por qué de lucirlo como lo lucen. Así nació la idea de invitar a varias mujeres a plasmar su conexión con el pelo en fotografías. Un trabajo que nos conectó desde otro mundo que no es el vestuario, sino la sensibilidad por una parte del cuerpo, de su esencia. Gracias Fernanda Giacaman y en sí, a todos por seguirnos la cuerda.
Aquí el resultado:
Dominga Prieto: Para mí el pelo fue quizás un problema por la discriminación durante toda mi adolescencia, hoy es una aceptación y una herramienta de atracción, seguridad, cambio, infinitas posibilidades, estilos y colores. Hoy mi pelo es parte de mi personalidad y características que me identifican, es más, muchos me llaman “Rusia”.
María Ignacia Mihovilovic: El pelo es la forma en que la mujer se comunica, una de las maneras más significativas en que se muestra al mundo. Si un día no tengo ganas de ser observada o simplemente no ha sido un buen día, lo suelto y así me escondo; de lo contrario, lo dejo fluir libre.
Ximena Bravo: Para mí el pelo es una fuente energética, por eso debemos cuidarlo y no dejar que cualquier persona lo toque. Además representa la feminidad en una mujer.
Valentina Bravo: El pelo, es lo más importante de mi cuerpo, es mi dependencia, visto para él, más que para mí.
Fernanda Giacaman: El pelo es símbolo de femineidad, de carácter y de coquetería. Es la extensión de nuestro cuerpo, permite definirnos y transformarnos día a día. Es tan efímero y a la vez complejo que genera un micro mundo totalmente dedicado a él. El pelo esconde, libera, es símbolo de protesta, de magnitud, empoderamiento y espontaneidad; es un placer oculto que nos permite controlar diferentes situaciones en silencio. Es un tabú, un fetiche visible. El pelo nos hace únicos por su composición, forma y pigmentos. El pelo es entonces, una reverencia kinésica de nuestro interior.
Agradecimientos: