En este momento en el que la tecnología y el sentido ecológico nos asecha de tan bonita manera, es más común de lo que creíamos econtrarnos con creaciones como esta.
Un vestido hecho con vino, cerveza y bacterias. Este fue el resultado de la unión e imaginación del cientifico de la Universidad de Australia Occidental, Gary Cass, junto con la artista Donna Franklin, quien es experta en textiles. Analizaron la fermentación del vino y notaron que con el tiempo se creaba una capa celulosa que al desprenderce del líquido formaba una tela con una densidad liviana parecida al algodón.
Este proceso no está intervenido de manera química, es un proceso natural y puede hacerce con cerveza o vino blanco para crear textiles traslúcido y rojo para dar color. El tejido orgánico se logra a través de la obtención de las bacterias del ácido acético, que son las mismas con las que se logra el vinagre y que son las que crean el tejido que se puede usar como textil. No necesitas tener atelier, ni máquinas de coser, ya que tan solo es cuestión de ir acomodando la tela para que adquiera la figura del cuerpo.
Fotografía: Ray Scott
Fuente: Cartel Urbano