Tener una empresa que encare los términos que conllevan la sustentabilidad es un reto que se debe vivir de manera transversal en toda la cadena de suministro, producción y comercialización de un producto. Si bien estamos en tiempos en los que cualquier persona puede hablar y utilizar palabras como por ejemplo, productos verdes, slow fashion, empresas éticas o sostenibles, entre otras. Todo desemboca en el riesgo que se corre cuando no se conoce a cabalidad su significado.
No quiero entrar a juzgar o señalar a los que realizan bien sus procesos y los que no. Como tampoco a los que usan esta terminología de manera correcta y a los que no lo hacen. Lo que sí quiero hacer es explicar de la manera más cercana y clara, lo que significa el término que enmascara o esconde las pésimas prácticas de las empresas.
GREENWASHING
Es fácil. Es simplemente un lavado de imagen que hacen las empresas para parecer responsables y comprometidas con el medio ambiente y con el consumidor. Lo cual es simplemente una farsa. Pero por qué una farsa? Sencillo. Porque pueden realizar desde el cambio de una etiqueta de un producto que es tóxico en todo el sentido de la palabra y hacerlo ver como un producto elaborado con los cuidados necesarios, una calidad óptima y que puede denominarse como un producto verde, hasta realización de campañas publicitarias en las que se promocionan productos o actividades “responsables”, las cuales tienen un trasfondo que da como resultado todo lo contrario a lo que se comunica. Lo peor es que suelen invertir más dinero en este proceso de lavado que en un cambio radical positivo. En otras palabras, es una careta que usan las marcas para seguir haciendo pasar por pelotudos a todos los consumidores.
Eco – Etiquetas
En este momento se puede considerar peligroso el consumo de cualquier producto. Ya está tan fuera de control que fácilmente en el supermercado podemos encontrar bebidas, pañales, embutidos, productos de limpieza y en sí millones de productos orgánicos, verdes, eco, etc, que nadan en la vaguedad de la información que entregan a los Consumidores. Todos estos, eso sí, con una linda etiqueta, con el dibujo de un bosque, una hoja, flores y cuánta cosa encuentran que semeje naturaleza. Pero son realmente productos verdes? Falta que entreguen información detallada que certifique que sí lo es.
eGran ejemplo
Tomamos como ejemplo a Volkswagen ya que fue una noticia que le dio la vuelta al mundo en pleno 2015. Para los que ya olvidaron de qué se trababa, aquí va el hecho: La marca alemana reconoció que había instalado un software para esquivar controles medioambientales en 11 millones de vehículos diésel de todo el mundo.
Por qué lo hacen?
En este momento empieza a ser mal visto todo lo que hace referencia a los malos manejos empresariales, la contaminación, el abuso con trabajadores, las malas prácticas, la esclavitud infantil y las producciones excesivas. Entonces para evitar ser señalados y criticados socialmente, utilizan esta maniobra para seguir manteniendo una imagen que no es real.
Cómo evitarlo?
Primero que todo se debe tener muy claro que la sustentabilidad es un camino que debe contemplar tres pilares importantes: el social, el económico y el ambiental, entendiendo que no se trata de una campaña publicitaria sino de generar soluciones reales para enfrentar un problema que afecta a todo el mundo, como lo es la contaminación y la explotación de recursos naturales. Es necesario capacitar a los altos cargos de la empresa y en sí a todo aquel que tenga voz y voto en la toma de decisiones de una compañía. Gerentes de marketing, de ventas, responsabilidad social empresarial y gerentes generales.
También se debe empezar el camino de la certificación de la empresa. Aquí cuatro nombres que les pueden servir: “Cradle to Cradle”, “Fair Trade”, “Empresa B”, “Leed”.
Sabemos que es un camino ambiguo y que lo ideal es que existan certificaciones a nivel mundial que dicten cuando un producto es verde y cumple con todos los requisitos para no ser tóxico. Pero aún no existe esta entidad, así que es necesario acercarse a las entidades que lo están haciendo de manera local.
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